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Incendies (2010)

 Incendies (2010)
Título original: Incendies
País: Canadá
Dirección: Denis Villeneuve
Guion: Denis Villeneuve, basado en la obra de Wajdi Mouawad
Género: Drama, bélico, thriller
Reparto: Lubna Azabal, Mélissa Désormeaux-Poulin, Maxim Gaudette, Rémy Girard
Idioma: Doblada al Español


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RESEÑA EN EL CAFÉ
Herencia del fuego

Hay películas que no solo cuentan una historia: abren una herida. Incendies, de Denis Villeneuve, es una de esas obras. No porque se regodee en el dolor, sino porque entiende que algunas verdades solo pueden emerger del silencio y del fuego acumulado de generaciones. En un tiempo donde el entretenimiento suele suavizar las aristas más duras de la historia, esta película se atreve a mirar de frente a la violencia, al trauma y a la brutalidad heredada, no como algo ajeno, sino como parte misma del linaje humano.

Basada en la obra del dramaturgo Wajdi Mouawad, Incendies se despliega como un viaje doble: geográfico, desde Canadá al Medio Oriente; y emocional, desde la ignorancia confortable hacia una verdad insoportable. Dos hermanos, Jeanne y Simon, buscan a un padre que creían muerto y a un hermano que nunca supieron que existía. Pero lo que encuentran es una historia imposible: una madre silenciada por la guerra, un país desgarrado por el fanatismo, y una serie de actos tan atroces que desafían toda lógica.

Villeneuve no da nombres. No dice “Líbano”, no nombra facciones ni fechas. Y sin embargo, todo está ahí. La violencia sectaria, las milicias, los niños soldados, los campos de prisioneros. El espectador está invitado a identificar, pero sobre todo a sentir. Porque Incendies no es una lección de historia: es una elegía, un lamento contenido en imágenes y ausencias. Una película que camina por el filo del horror sin caer nunca en el morbo.

Lo más perturbador no es lo que se ve, sino lo que se revela. Lo que estaba oculto en los pliegues del pasado familiar. ¿Puede una madre amar a su hijo si ese hijo es producto de la violencia? ¿Qué se hereda cuando se hereda el silencio? ¿Puede la verdad salvar cuando llega demasiado tarde? Incendies no responde; solo deja al espectador en ruinas, como si él mismo tuviera que reconstruirse tras conocer el secreto final.

Hay un momento clave en la película: una carta, escrita por la madre, que pide que no se odie. En ese gesto —aparentemente simple— se condensa toda la carga ética de la historia. Porque perdonar no es olvidar, y comprender no es justificar. Lo que Incendies pone en juego no es el juicio, sino la posibilidad —remota, dolorosa— de la reconciliación con lo insoportable.

Más allá de su estructura impecable y su narrativa entrelazada, Incendies es cine en su estado más puro: emoción, ética, memoria. Villeneuve convierte el viaje de estos gemelos en un descenso a los infiernos, donde lo más temible no son los otros, sino lo que uno puede llegar a descubrir sobre sí mismo y sobre su origen.

Y tal vez eso sea lo más incendiario de esta película: que el fuego no es solo el de la guerra, sino el de la verdad que quema cuando por fin sale a la luz.

Julio César Pisón
Café Mientras Tanto

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