Dos Pájaros de un Tiro
Madrid (2007)
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RESEÑA
Dos voces, una sola ironía: la amistad como espectáculo
A veces, la música no solo se canta: se compadrea. En Dos Pájaros de un Tiro, el tour que reunió a Joan Manuel Serrat y Joaquín Sabina en 2007, la ironía, la complicidad y la memoria se convirtieron en los verdaderos protagonistas. Lo que comenzó como un concierto fue mutando en una conversación rimada con el público, en un duelo de coplas entre dos trovadores que, lejos de competir, se potenciaban.
Desde la apertura con “Ocupa el lugar de tu recreo” hasta el cierre apoteósico con “Para la libertad”, cada canción fue un guiño a la historia musical y política de España y Latinoamérica. Serrat, sobrio y preciso; Sabina, desfachatado y crudo. Uno con la elegancia del verso pulido; el otro con la herida del verso vivido. Pero en la fusión, ninguna diferencia: ambos construyeron un espectáculo lleno de humor, ternura y rebeldía.
El escenario madrileño vibró no solo por la música, sino por los relatos que entrelazaban las canciones. Hubo referencias a la vejez, a los excesos, al amor, a la censura, a la muerte y a la infancia, todo en clave de canción popular. Los arreglos orquestales lograron una armonía entre la balada mediterránea y la trova urbana, con destellos de tango, rock suave y flamenco.
Lo más notable fue el respeto mutuo. Sabina cantó a Serrat con admiración y sorna. Serrat interpretó a Sabina con picardía y lirismo. Cada uno se dejó habitar por el repertorio del otro como si fueran canciones propias. “19 días y 500 noches” sonó más triste aún en la voz de Serrat. “Penélope” fue más traviesa en la boca de Sabina. Un intercambio generoso, que no imitó: dialogó.
El concierto no solo fue un evento, sino una declaración. En una época de polarizaciones y egos inflados, ver a dos artistas tan distintos construyendo juntos, sin ceder identidad pero cediendo espacio, fue un acto de belleza. Como si la música aún pudiera ser el refugio de los que piensan distinto pero sienten parecido.
No fue solo una gira. Fue un brindis con versos. Un pacto de libertad compartida.
–Julio César Pisón
Café Mientras Tanto
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