Live At Wembley Stadium (1987)
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RESEÑA
Un rugido de sintetizadores bajo el cielo inglés
Cuando Genesis llegó a Wembley en julio de 1987, ya no eran simplemente una banda de rock progresivo: eran un fenómeno que había cruzado generaciones, épocas y estilos. Este concierto en el emblemático estadio londinense –filmado durante cuatro noches ante más de 300.000 personas– es la consagración escénica de una era que respiraba tanto nostalgia como modernidad.
La gira Invisible Touch no solo significó un punto cumbre comercial para la banda; también fue el instante en que el virtuosismo técnico se fundió con un espectáculo de luces, sintetizadores y teatralidad sin fisuras. Desde la apertura explosiva con “Mama” hasta la catártica “Turn It On Again” como cierre, Phil Collins se erige como un maestro de ceremonias carismático, alternando batería y voz con una naturalidad desconcertante.
Tony Banks y Mike Rutherford completan la tríada con precisión quirúrgica: los arreglos de teclado son verdaderos océanos de textura, y las líneas de bajo y guitarra viajan entre la urgencia pop y el eco del pasado progresivo.
El setlist es un viaje por los extremos emocionales de Genesis. Hay lugar para la ironía de “Land of Confusion”, la oscuridad dramática de “Domino” y las atmósferas de “Home by the Sea”, que suena como un teatro de sombras narrado por sintetizadores espectrales. Y cuando suena “Throwing It All Away”, la multitud canta como si el tiempo no existiera, como si cada acorde sostuviera una memoria colectiva.
Visualmente, el concierto es un despliegue de luces y escenografía que en su momento fue pionero, con columnas móviles y pantallas de video que amplificaban la gestualidad de Collins, reforzando esa conexión emocional que hizo de Genesis una banda de estadios, sin perder su mística conceptual.
Genesis en Wembley no es solo un concierto. Es una celebración de la transición: del rock de cámara a la épica de estadio, de la introspección al canto colectivo. Un testamento sonoro de una banda que supo mutar sin traicionar su esencia.
Cuando la multitud se convierte en eco, el espectáculo se transforma en rito.
– Julio César Pisón
Café Mientras Tanto
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