Tutti Qui – Tour 2006/2007
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📝RESEÑA
Cuando un repertorio se vuelve biografía colectiva.
En Tutti Qui, Claudio Baglioni no solo ofreció un concierto: construyó un puente entre décadas de historia personal y colectiva, como si cada canción fuera una página de un diario compartido por generaciones enteras de italianos (y no solo italianos). La gira 2006/2007 no era un simple repaso de grandes éxitos, sino una travesía emocional por la vida misma, a través de melodías que han envejecido junto a sus oyentes sin perder ni un ápice de emoción.
Baglioni apareció sobre el escenario como un cronista del alma. Con voz intacta y presencia cercana, revisó desde las baladas más íntimas como "E tu" y "Amore bello", hasta himnos de comunión colectiva como "Questo piccolo grande amore" o "Avrai", que coreadas al unísono, parecían elevarse como oraciones laicas.
El concierto se organizó como una travesía narrativa: cada bloque temático servía como capítulo de un viaje emocional. Hubo ternura, desgarro, ironía, deseo. La puesta en escena, sobria pero efectiva, dejaba que el centro de gravedad fuera siempre la palabra, el piano, la guitarra, y esa voz que ya es parte del paisaje sentimental de Italia.
No faltaron momentos de auténtica comunión escénica: cuando Baglioni se acercaba al público, cuando narraba entre canción y canción anécdotas de creación, o cuando dejaba que el silencio diera paso al recuerdo. El público no asistía: convivía. Porque Tutti Qui no era solo el nombre de un recopilatorio. Era la constatación de una verdad: estamos todos aquí, contigo, Claudio. Ayer, hoy y siempre.
Un recorrido donde cada canción es una casa habitada.
– Julio César Pisón
Café Mientras Tanto
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